Bollullos Par del Condado

La Dehesa de San Sebastián, situada a 1,5 Kms de la localidad. Se trata de una impresionante dehesa de 20 has ocupada por alcornoques.

La cuna de los artesanos de la tonelería. A pesar de las nuevas tecnologías, en Bollullos se sigue construyendo el tonel de una manera tradicional. Tres empresas se dedican a la fabricación de botas, bocoyes y toneles para cubrir tanto la demanda nacional como para la exportación hacia el resto de Europa y Japón.

TONELERíA DIEGO MARTÍN ROSADO. Empresa familiar fundada por D. Diego Martín habiéndose transmitido sus métodos artesanales de padres a hijos. Especializados en la fabricación de barricas bordeleras de 225 litros y en botas jerezanas de 500/600 litros. Vende en todas las regiones vinícolas de España y en países como Escocia, Francia, Italia, Portugal, Japón, Australia y Sudáfrica.
Tlfn: 959410229

TONELERíA SALAS. Tonelería Salas dispone de 9.000 m2 de secadero donde se encastillan las duelas y se cura la madera hasta su punto de explotación. Con 75 años de experiencia, siguiendo el mismo proceso artesanal para la construcción de toneles de roble, con una producción de 15.000 barricas, exporta sus botas a La Rioja, Rivera de Duero, Escocia y otros.
Tlfn: 959408044

TONELERíA JOSE Y MIGUEL MARTÍN. Empresa fundada en el año 1967. Cuenta con una superficie de 5.400 m2 y con una capacidad de producción de 20.000 botas anuales de 500 litros. El cien por cien de la producción está dedicada a la elaboración de botas para whiskies, que son envinadas en sus propias bodegas. Se utiliza madera de roble español 80% y americano 20%. La madera se expone al aire libre en las 9.500 metros de secaderos que esta empresa dispone. Mediante este proceso de secado totalmente natural se consigue obtener el grado de humedad deseado. En el proceso de fabricación se mezclan los métodos tradicionales realizados por experimentados toneleros con los últimos adelantos técnicos. Toda la producción se exporta a los principales países europeos productores de whisky y también a Japón.

Existen talleres para la construcción de carruajes típicos (calles Cruz de Montañina, Rafael de la Haba y Murillo), que son utilizados en romerías y fiestas populares.

Bordados en oro. Una actividad de auténtico primor es la que realiza Rocío Peláez, en la calle Teniente Merchante, de la que salen maravillosos bordados en oro. Otro de los trabajos significativos y hecho con maestría es la sombrerería.

DULCES. En tiempos de vendimia se realizan en Bollullos dulces ligados a la uva: el arrope y el perrengo, realizados con nuestro mosto. La torta “resobá”, a base de almendra, ajonjolí, aceite, azúcar y harina. La poleá, es una especie de gachas, hechas con azúcar, harina, limón, matalahúva y leche.

Las habas “cochas”, la olla tonta, el Gazpacho del Condado “sopeao”, el tostón con sardinas, las migas, el buche.

Los tostones y el chorizo a la brasa , son las comidas típicas de la romería de San Sebastián, que se celebra en torno al 20 de enero. Antes de ser asado, el chorizo se moja en vino.

El buen comer de los bodegones de Bollullos. Verdaderos centros del buen comer y mejor beber, se ofrecen los mejores productos gastronómicos (pescados y mariscos de nuestra costa, calamares del campo, chacinas y quesos de nuestra sierra y el inimitable jamón ibérico de bellota) regados, cómo no, con los excelentes vinos del Condado de Huelva.

El día de San Sebastián es conocido en la localidad como el día de los “chorizos”. El 20 de enero, se celebra desde hace unos 200 años. Según la historia y la leyenda bollullera se remonta a la recolección de naranjas “del país”. Las familias se reunían en torno a esta fecha, para culminar la cosecha celebrando un día de convivencia con el mosto de la última vendimia y los productos de las matanzas de cerdo, que con los fríos de enero adquirían su punto de curación. Los chorizos y morcillas colgaban de los árboles, y comenzó a conocerse como el “día de los chorizos”.

La “Velá” de San Antonio. En Bollullos Par del Condado cada mes de junio y desde 1774, se celebra la tradicional velada de San Antonio, que refleja la antigüedad de una devoción que se ha venido manteniendo viva en el tiempo al amparo de las generaciones de la la familia Iglesias Mairena. En la “Velá” distintos colectivos de la ciudad montan “tascas” en las que se pueden degustar los tradicionales caracoles, para recaudar fondos.